Robbie Williams es uno de los cantantes más famosos de los años 90 y 2000. A través de grandes hits como “Angels”, “She’s the One” y “Rock DJ”, entre muchos más, se volvió mundialmente conocido y sostuvo una carrera musical que aún sigue vigente.
Lo cierto es que en 2024 su popularidad no es igual a la de la que solía gozar en otras épocas y pudo comprobarlo él mismo con un experimento social caminando por la calle. Así, en sus redes sociales demostró que atrás quedaron los días en los que el británico no podía caminar por la vía pública porque se le abalanzaban cientos de fans.
A través de una divertida serie de historias que publicó en su cuenta oficial de Instagram y en la de su esposa, Ayda Fields, el músico se grabó paseando por la calle y mostró que nadie lo frenaba para pedirle un autógrafo o una foto.
“Esto es muy preocupante. No sabíamos que íbamos a volver caminando desde el restaurante. Estamos caminando por Hyde Park. Estoy vestido completamente de rosa, tengo zapatillas rosas, tengo lentes de sol diamantados. Absolutamente nadie me ha reconocido”, explicó en el primer video.
Acto seguido, agregó con humor: “Me molesta, y realmente necesito que me reconozcan”. Así, su esposa filmó a la gente que caminaba tranquila sin percatarse de la presencia de una celebridad.
Los divertidos videos de Robbie Williams
El cantante dejó atrás su ego y llegó a vestir una remera con su nombre para lograr que la gente no dude de su identidad y lo reconozca. Así, en diferentes clips se lo puede ver caminando por espacios céntricos, pasando frente a tiendas sin que las personas reparen en él.
A modo de revancha, el cantante de “Supreme” también registró los momentos en los que algunas personas lo reconocieron, le pidieron fotos y lo saludaron con cariño y admiración.
“Estoy de vuelta en el juego”, expresó con el artista con una sonrisa. Ante estas situaciones, festejó que algunas personas lo frenaran en la calle y confirmaran que aún sigue siendo una figura reconocida aunque los años de auge en el mundo del espectáculo parecen haber quedado detrás.
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