Las Vegas, también conocida como la Ciudad del Pecado en Estados Unidos, suele ser un lugar que se presta para realizar diversas locuras: una de ellas fue protagonizada por la cantante de pop Britney Spears, quien en un estado de borrachera y excesos decidió casarse con un amigo de la infancia, Jason Alexander. La boda, improvisada, fue el augurio de un insólito matrimonio que le duró 55 horas a la estrella, aunque tendría un regreso violento.
Britney Spears y Jason Alexander contrajeron matrimonio el 3 de enero de 2004. Eran alrededor de las 5:30 am del sábado, en una capilla nupcial de Las Vegas, cuando la novia ingresó vestida de una forma peculiar: utilizaba jeans y una gorra. La idea, según reveló el esposo, surgió horas antes. “Nos mirábamos el uno al otro y dijimos: ‘Hagamos algo salvaje, loco’. Vamos a casarnos, sólo por el gusto de hacerlo”.
Tan solo dos días más tarde, el 5 de enero, fue anulado. “La gente me ha preguntado si lo amaba. Para ser claros: él y yo no estábamos enamorados. Honestamente, estaba muy borracha y probablemente, en un sentido más general en ese momento de mi vida, muy aburrida”, escribió ella en su libro “The Woman in Me”, que salió a la venta en 2023.
Quien no pensaba igual era su amigo de la infancia, que realmente sentía algo por ella. A lo largo de los años, lo dejó ver con sus declaraciones: “Fui con mis sentimientos. Estaba enamorado de ella. Creo que ella sentía lo mismo”, explicó en una entrevista que dio en el año 2012. Este pensamiento de Alexander explicaría su comportamiento más tarde.
La demanda fue presentada por los abogados de Spears y esconde una oscura historia detrás: según Jason Alexander, esto respondía al deseo familiar de controlar todo accionar de la cantante, lo que luego derivó en la tutela que ella debió soportar desde el año 2008. “Siempre se trataba de controlar a Britney y controlar su dinero”, dijo.
“Lo que nos hicieron a Britney y a mí debería haber hecho sonar las alarmas. Los hombres de negro se abalanzaron, junto con su madre y otros miembros de la familia, y nos hicieron firmar documentos bajo coacción para poner fin a nuestro matrimonio. No queríamos anularlo. Nos mintieron”, reveló Alexander años atrás a Daily Mall.
La intromisión de la familia en el matrimonio de Britney y Jason no quedó allí. Él también admitió que luego, cuando intentó comunicarse con ella, se dio cuenta que le habían cambiado el número de celular. “Siempre ha habido fuerzas oscuras en su vida”, sentenció.
Britney Spears volvió a buscar el amor y Jason Alexander tuvo un regreso violento
Luego del divorcio, Britney Spears no tardaría mucho tiempo en encontrar de nuevo el amor. Ese mismo año se casó con Kevin Federline, con quien tuvo a sus únicos dos hijos: Sean Preston Federline y Jayden James Federline. A pesar de traer vida al mundo, la relación no prosperaría: en 2006 decidieron separarse y finalmente sellaron el divorcio en 2007.
Un año más tarde comenzaría la tutela de la cantante, lo que implicó que su padre, James Parnell Spears, maneje el patrimonio de Britney además de otros aspectos de su vida privada. Esto dio origen al movimiento #FreeBritney en redes sociales, impulsado por sus fans, lo que James calificó como “una farsa”. “Es un asunto de la Corte de California decidir qué es lo mejor para mi hija. No es asunto de nadie más”, dijo en su momento.
A finales de 2021 la tutela llegaría a su fin por un fallo de la corte y Britney Spears recuperó la libertad de decidir sobre su vida. Es así como un año más tarde, en junio de 2022, tomó la iniciativa de volver a buscar el amor y se casó con Sam Asgari, un modelo, actor y preparador físico iraní-estadounidense. El hecho marcaría el regreso de Jason Alexander.
Britney y Sam se casaron en el patio trasero de la casa de la estrella, en California, cuando el ex esposo intentó detener la boda. Alexander ingresó con su celular a la residencia y transmitió todo lo ocurrido en un Live de Instagram. A los gritos, aseguraba haber sido invitado. Finalmente, fue detenido por la policía y acusado de tres delitos: allanamiento de morada, vandalismo y agresión.
Jason Alexander se declaró culpable y debió cumplir un año de prisión, con libertad condicional. Su amor por Britney Spears tuvo un triste final y, 18 años después del matrimonio, aún intentaba reconquistarla. La estrella pop finalmente se divorció de Asgari en 2023, por lo que aún podría tener posibilidades con ella.
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